Ana Brigida

Bueno, desde hoy procuraré escribir siempre en este diario, me la he pasado muy lejos de las princesas que han sido y son, mis amigas. Creo que es historia conocida que las bulímicas o anorexicas padecemos de cuadros depresivos constantes, es mi caso también. Por épocas me la paso muy bien con todos y conmigo misma, pero luego descubro mi cuerpo y veo un ser miserable que no puede ser felíz por su aspecto físico, que a la vez genera inseguridades indescriptibles en el alma.

Tengo 18 y un futuro prometedor, tengo una cantidad alucinante de metas, tengo muchas ganas de ser felíz, de tener una carrera prometedora y exitosa, un novio inteligente y guapo, etc. Hoy he pensado seriamente en ponerme las pilas de una vez por todas; anoche vomité, vomité mucho y sentí un placer de vacío que no sentía hacía mucho tiempo, me puse contenta de lograr algo así, ahora acabo de almorzar hace un momento y tengo las ganas de vomitarlo todo, pero no me siento mal, al contrario, me siento feliz de que mi estómago está reaccionando como mi cerebro quiere que reaccione, quiero deshacerme de todo lo que he comido para luego purificarme leyendo un buen libro tomándome un café.

La gente que no padece lo que nosotras, la gente que no nos conoce en persona, que no han conversado con cada una frente a frente, la gente que solo nos lee, no entiende el problema real, solo dirán que somos unas inmaduras de mierda, que somos un grupo de chicas problema, las que eligieron "el camino más fácil", pues no, no es cierto. Ser bulímica, tener que fingir felicidad ante tus padres y amigos para que no se preocupen por tí, tener que comer mucho en frente de ellos para satisfacerlos y que se queden tranquilos, subir corriendo a tu habitación cargada de culpa y de comida, pararte frente al inodoro implorando que salga todo "quiero eliminarlo todo por favor" pidiendo ayuda a quién sabe quién, a Mia tal vez, apretando fuerte la pulsera que te identifica, ejerciendo presión sobre tu estómago, llorando por dentro, irritando tu mirada, y finalmente, verte al espejo y felicitarte por lo logrado.


ahora me toca hacerlo.
ahora voy para allá.